Con muchas ganas,os voy a presentar uno por uno a los componentes de mi gran familia periquitil que con el paso de los años ha ido en aumento. Ahora mismo cuento con 16 preciosos ejemplares, de los que unos cuantos han nacido este año en mis casa.
Por primera vez he criado y ha sido una sensación preciosa, indescriptible e inimaginable. Esa posibilidad se dio gracias a los ejemplares que me cedieron dos grandes amigos que con el paso del tiempo estoy tomando mucho aprecio y desde aqué les doy las gracias.
Así pues, voy a presentaros a todos uno por uno y describiendo su variedad.
Perseo, pío dominante verde laurel/cara amarilla II azul alas claras opalino, nació en el aviario de un gran amigo mío criador de estas avecillas desde hace años. Es hijo de Campanilla, que en paz descanse, la estrella de aquel aviario durante dos años. Es un broncas con los machos, pero desde hace un par de meses ha asentado la cabeza...
Naida, perlada opalina cara dorada azul cobalto violeta/ diluída, también nació el aviario de mi amigo el año pasado, al igual que Perseo. Es una gran madre criando, pero tiene muy mala leche la jodía.
Zafina, alas claras cara amarilla II SF/diluído, nació el año pasado en casa de otra amiga que cría periquitos como hobbie y que además los cuida que da gusto!!! Esta perica es muy buenaza y nada agresiva tanto con sus compañeros de jaula como conmigo, además de todo eso, ha sido una gran madraza ya que sacó a 6 pollos en una sola nidada.
Dera, perlada verde césped, la compré en la tienda de animales hace más de un año. Esta hembre ha sufrido un gran cambio desde que tiene compañeros de jaula más "salidos" porque ha pasado de ser un estrecha a estar loca por buscar un agujero donde anidar...en fin, si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría JAJAJA
Orfeo, alas claras cara dorada SF azul malva/opalino canela, otro nacido en casa de mi amiga. Destaca por su simpatía y su poca violencia hacia otros machos... y por otras cualidades más relacionadas con el instinto reproductivo...
Apolo, común cara dorada SF azul cobalto violeta, otro que compré en tienda el otoño del año pasado. Su rasgo característico... tímido, cagón, asustadizo, etc... vamos todo un Scooby Doo. Eso sí como padre le pongo un 10!
Afrodita, perlada cara dorada DF azul cobalto violeta, nació este año en mi casa. Es hija de Naida y Apolo. La pobre nació patas de rana, así que la tuve que tratar durante dos semanas hasta que logró recuperar la posición correcta en sus patas. El problema es que le provocó un retraso en el crecimiento que poco a poco ha ido solucionando. Tiene un carácter tímido y dócil, como su padre.
Olimpia, perlada canela alas claras cara dorada SF azul cielo, hermana de Afrodita e hija de Naida y Apolo, es una preciosidad de tono manzana que tiene locos a varios machos. En cuanto a carácter, es parecida a su madre pero más moderada, seguro que cuando madure será Naida II jajaja.
Ulises, perlado opalino cara dorada SF azul cobalto, hermano las otras dos hembras, éste es de la segunda nidada de Naida y Apolo. Es majísimo y está fielmente unido a su hermano Natael. Es dócil, cariñoso, simpático, juguetón... en fin un SOL de pájaro. Y Natael, común cara dorada SF azul cielo/opalino, el hermano inseparable de Ulises... coincide en carácter con su hermano. El pobre está con la muda, pero eso no quita que para mi sea una belleza.
Dafne, alas claras canela cara amarilla II SF azul cobalto violeta, nació también este año en mi casa, pero esta vez de la nidada de Zafina y Calixto. Es la primogénita de seis hermanos. Es una buenaza como sus padres, pero lo que realmente me encanta de ella es su tono violeta.
Iris, diluída opalina cara amarilla II SF azul cielo, hermana de Dafne. Es un sol de pájara porque no se mete con nadie y está enamoradísima de su hermano Urano... madre mía!
Urano, alas claras cara amarilla II SF azul cielo, hermano de Dfne e Iris, es uno de los pájaros con mejor porte que tengo. Me tiene enamorado tanto por su físico como por su carácter de Don Juan (heredado de su tío Orfeo), además es COPIA de su madre. Nadie puede negar que sean madre e hijo.
Prometeo, perlado DF azul, me lo cedió una compañera con mucho gusto junto a su hermano. Son muy dóciles y simpáticos. Al ser nuevo se vio un poco de lado, porque a su hermano no le costó encontrar amigos. Visto así, logró emparejarse con otra recién llegada, Eris.
Dioniso, perlado DF verde, hermano del anterior. Está un poco salidorro pero está empezando a asentar la cabeza con Afordita.
Eris, albina, llegó hace algo más de un mes como regalo de la misma amiga que me cedió a Orfeo, Zafina y Calixto porque llevaba mucho tiempo buscando un ino y así decidió comprámela. La pobre estaba pintada, pero con la muda se le está despejando la frente del amarillo con el que le pintaron...una vergüenza.
Hasta aquí la presentación de mis actuales periquitos. A parte hay varios que se han ido, pero que nacieron y vivieron en mi pajarera y que en otra ocasión presentaré.
Todos mis pajarillos tienen algo especial que me atrae, pero es inevitable fijarse en uno concreto. En este caso es Afrodita, la perlada cara dorada doble cobalto violeta, que me tiene en vilo por dos razones: su belleza y su "enfermedad" durante su período de desarrollo en el nido. Ella fue la segunda en nacer en mi casa pero la pobre desarrolló, por causas todavía desconocidas, la enfermedad llamada "patas de rana", que se puede observar cuando el pollo no se puede mantener de pie por si solo y permanece de manera constante "espatarrado". Esta enfermedad curable se puede producir por el aplastamiento sin intención de la madre, por herencia genética, o por debilidad. Yo soy partidario de que su madre, en su afán de calentar a sus pollos, aplastó demasiado a la pequeña. 
Así pues, con el cordel y unas sesiones de ejercicios en sus patas todos los días, logré que la pequeña recobrara la fuerza suficientes en sus patas para poder mantenerse de pie y caminar (todavía torpemente). Por lo tanto, sus patas corrigieron esa mala postura y la periquita volvía a ser normal. El problema fue que le hizo mella en su desarollo, pues sus hermanos ya tenían un tamaño considerable cuando ella todavía era un pollito con apenas plumón. Tras recuperarse comenzó a crecer y crecer hasta convertirse en la preciosidad que es hoy. 
